El 27 de septiembre de 1945 el emperador Hiro Hito y el General MacArthur se encuentran, después de que el día 2 de ese mes, Japón se hubiera rendido en la II Guerra Mundial.
En la reunión MacArthur, rindió al emperador los honores que le correspondían e Hiro Hito asumió bajo su persona la responsabilidad de la Guerra para salvar a su país y su gente. Estados Unidos pedía la cabeza del emperador pero MacArthur consideró que eso podía ser un gesto perjudicial, así que se perdonó la vida del emperador, pero éste tuvo que aceptar reformar su país, creándo una sociedad democrática, una constitución moderna y desdivinizando al emperador.