El 25 de septiembre de 1534 moría en Roma el Papa Clemente VII que a lo largo de su papado tuvo que lidiar con diversos conflictos. Entre ellos el divorcio de Enrique VIII de Inglaterra. Clemente VII se negó a la nulidad del matrimonio del monarca inglés con Catalina de Aragón. Enrique VIII, entonces creó la iglesia anglicana y rompió relaciones con Roma.